Shanghai no deja escapar el negocio del arte, con tres ferias simultáneas
La ciudad de Shanghai, capital financiera y económica de China, no quiere dejar escapar el floreciente negocio del coleccionismo de arte y, para ello, ha organizado tres ferias simultáneas esta semana.
La más importante de todas, la Feria de Arte de Shanghai, en la que participan más de 1.000 galerías, la mayoría chinas, pero también 109 de más de 30 países, cuenta con una fuerte presencia de arte latinoamericano que tiene, por segundo año consecutivo, su propio pabellón.
Doce galerías de Corea del Sur, Estados Unidos, España, Canadá o Perú, entre otros países, exponen en este pabellón obras latinoamericanas, y algunas de las ocho que participaron el año pasado repiten.
“Los coleccionistas del país buscan arte chino, pero también se sienten atraídos por piezas de valor que pueden conseguir aquí sin necesidad de viajar a Estados Unidos o a Europa”, explicó a Efe el director del pabellón, Álvaro A. Cirillo.
El año pasado no les fue nada mal a las galerías participantes, que vendieron algunas piezas hasta por 80.000 y 90.000 dólares (56.834 y 63.938 euros), aunque la mayoría estuvo entre los 8.000 y los 10.000 dólares (entre 5.683 y 7.105 euros).
Por eso, este año, además de pintura y escultura, el pabellón ha incorporado las instalaciones, que presenta, entre otros, el valenciano Jose Cosme, representante de España como país invitado en el pabellón.
Cosme trae a la feria una selección de piezas de “arte teológico conceptual”, en las que la huella dactilar es un elemento fundamental como muestra de la importancia de la persona “individual e irrepetible” a nivel religioso.
El artista español protagonizó la nota negativa del evento, al descubrir que una pequeña pieza de bronce con su huella dactilar grabada había sido robada a pesar de la seguridad del recinto, que cuenta con cámaras, controles en las puertas y vigilantes que recorren los cuatro pisos de exposición.
Para Cirillo, esta feria “es una gran oportunidad para los artistas y para las galerías, el mercado se está abriendo y las crisis regionales que en otros sitios afectan al arte, como en Estados Unidos, acá no”.
Oportunidad que ha aprovechado la galería chilena Espacio 1305, que se aventura por primera vez en el mercado chino con una selección de óleos, grabados, acrílicos y aguafuertes de artistas chilenos consagrados, como Roberto Matta o Gonzalo Cienfuegos, y de jóvenes que acaban de entrar en el circuito.
“No conocemos la idiosincrasia ni el gusto” de los compradores chinos, explicó Rafael Valderrama, responsable de la galería, “nos estamos mostrando interpretando qué les puede gustar”, aunque se mostró confiado porque “el talento es universal”.
Una de las afortunadas elegidas por la galería para esta primera aventura china ha sido la chilena Patricia Claro, que, con sólo un año exponiendo de forma profesional, ha conseguido llevar su obra al otro lado del mundo.
“Estar en China es un logro inmenso, China es un centro del arte con muy buenos artistas jóvenes, y el mercado mueve muchas obras”, explicó Claro, que presenta en la feria sus pinturas al óleo centradas en el estudio del paisaje a través del agua.
La Feria de Arte de Shanghai, que se clausura mañana, suele celebrarse en noviembre, pero este año se ha adelantado para coincidir con la Feria de Arte Contemporáneo (ShContemporary) y la Bienal de Shanghai.
ShContemporary celebra su segunda edición este año con la participación de 130 galerías de 26 países y tiene una vocación más internacional que la Feria de Arte de Shanghai, en la que participan sobre todo galerías chinas.
La Bienal, que celebra su séptima edición en el Museo de Arte de la ciudad bajo el título de “Translocalmotion”, está especializada este año en obras que examinen los espacios urbanos, y en ella participan 61 artistas de 21 países.
Todo un mercado de arte para los ávidos coleccionistas en la ciudad de las finanzas por excelencia de China, en la que el arte tampoco escapa al negocio.