Pintores de Chile y Argentina se unen en la Patagonia
En el Palacio Braun Menéndez -actual Museo de la Patagonia- fue inaugurada la tercera versión del concurso internacional “Teraike: Pintando la Patagonia”. Con especialistas llegados desde España, Argentina y desde otras ciudades de Chile, este encuentro gira en torno al patrimonio natural e histórico de Magallanes. La muestra llega al MAC en junio, y será inaugurada en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires.
CECILIA VALDÉS URRUTIA Desde Punta Arenas
Con la flamante costanera abierta hacia el estrecho de Magallanes, Punta Arenas luce ahora mucho mejor. El mar visualmente atrapa y se confunde en la ciudad, con sus colores y bajo la atmósfera cambiante de la Patagonia. Mientras la vida corre también en medio de historias de pioneros, pueblos originarios y enclaves que testimonian episodios históricos. En las afueras, la inmensidad del paisaje habla de un hacer duro y de un clima inclemente. También de una rica fauna que deambula o vuela libremente: con zorros silvestres, ñandús, llamas, águilas y flamencos rosados. El santuario de ballenas, en la Isla Carlos V, suscita un interés mundial. Y las cavernas con pintura rupestre, cerca de la ciudad, constituyen un testimonio invaluable de épocas prehispanas, aún no del todo estudiado. Algunas permanecen sin abrirse al público.
Ese entorno nutre los motivos recreados en el concurso “Teraike: Pintando la Patagonia”. Un desafío que busca traducir esas realidades en un lenguaje del siglo XXI. Figurativo y, a veces, realista; pero con soluciones que van del minimalismo al lenguaje del cómic, con incorporación de técnicas contemporáneas y propuestas que traspasan el soporte tradicional.
El objetivo de los creadores, organizadores y “mecenas” del concurso -los empresarios Arturo Palma le Blanc y María Teresa Matetic- ha sido devolverle, de algún modo, a Magallanes, la oportunidad de desarrollo que esa zona les brindó a sus padres, puntualmente a don Jorge Matetic Fernández. De ahí que junto a la muestra itinerante y la llegada de los artistas, invitaron a reconocidos historiadores del arte y pintores para enseñar y debatir sobre arte y la Patagonia. “La idea es difundir esta zona con su cultura y patrimonio natural, a través de la pintura, que es el área donde consideramos faltaba más apoyo”, cuentan los organizadores.
Gran pasajista español
El pintor español, académico de la Politécnica de Valencia, José Saborit, fue el invitado que suscitó las más grandes audiencias. El reconocido paisajista y también poeta español, autor del libro “La retórica del paisaje” y coautor de la cinta “El sol en el membrillo” (sobre Antonio López García), subió hasta el Refugio Andino para dictar talleres de pintura sobre “La diferencia entre el mirar y observar al paisaje”. Se pintaron también murales en escuelas públicas. El historiador del arte argentino y curador Julio Sapolnick, en tanto, participó en mesas redondas en la Universidad de Magallanes. Tuvo la difícil misión de presidir el jurado, cuyo comisariado estuvo a cargo del ex director de la Dirac y crítico de arte Gabriel Barros. El jurado fue integrado, además, por el artista Jaime León y por el máster en Arqueología de Cambridge, filósofo e investigador del Instituto de la Patagonia, Alfredo Prieto Iglesias.
Alejandro Peralta (42 años) obtuvo el primer premio con “Hielos del sur”. Una enigmática pintura que muestra un barco en medio del mar antártico, en cuya cubierta se reúne un grupo de anónimos personajes. Las lecturas que surgen son varias: puede haber ocurrido un asesinato, o se trama algo. La atmósfera psicológica inquieta en esta pintura. Peralta (cuarto premio en Pintura en la Bienal de Florencia) cuenta que partió de unas fotos que encontró en un viejo baúl de su padre, quien había sido piloto de la Armada y capitán de un patrullero en Punta Arenas. “Descubrí una imagen de 1951, en blanco y negro, le puse color y le di rostro a los personajes. Incorporé el sepia para darle la pátina del tiempo. Le tenía miedo a la belleza de este paisaje, pero pude salvaguardarlo con esta composición extraña”.
El segundo lugar lo obtuvo la argentina Enriqueta Beretta, con una expresiva pintura, “El bandera”, con mucha textura, que alude a los característicos árboles ladeados por el viento de la Patagonia. “Ese árbol quebrado, inclinado: soy yo. Es mi vida en extremo sensible, que me llevó hasta la cárcel por defender unos animales”, cuenta esta pintora, perteneciente a una familia de estancieros argentinos.
El tercer lugar, obtenido por la artista chilena Paulina Pinto, recrea una esquila de ovejas.
¿Pintura figurativa en el siglo XXI?
La interrogante sobre el aporte de una pintura figurativa y realista al lenguaje del XXI se lo planteamos a Saborit. El artista español sostiene que actualmente la representación de la realidad es monopolizada por la fotografía. “Y más que nunca es necesaria la pintura figurativa como contrapunto a la imagen fotográfica. La fotografía es universal pero carece de lo subjetivo, del proceso humano, manual y artesanal que le da riqueza a la pintura”.
El artista Jaime León destaca, asimismo, la pertinencia de la pintura figurativa. “Pero la interrogante es capciosa, porque la pintura se justifica por la calidad de la obra, partiendo de la base de que todo arte es abstracto. Es una elaboración desde el momento en que es una representación, o constituye la puesta en escena de una idea. El otro aspecto es cuándo la pintura realista cobra vigencia: aquella que no contiene poesía no aporta, sólo posee un virtuosismo técnico”.
Nuevas propuestas…
Una pintura particularmente poética, según Jaime León, es “Mar 15” del argentino Alejandro Ciliberti (mención honrosa). “Trasunta el testimonio de una actitud permanente del autor. No representa el paisaje del mar que está allí sino que la contemplación anímica y reflexiva del artista. No es lo visto sino el modo de lo visto. La riqueza está cuando se maneja orgánicamente (con poesía) el lenguaje”.
Alejandro Ciliberti -ganador de numerosos premios en Argentina- explica que el motivo de su pintura lo lleva trabajando hace años, y que vuelve a inspirarse en él: se trata de Puerto Madryn en la península Valdés, de la Patagonia argentina. “Es una luz que se impone donde el mar es la única presencia, que traduzco en una línea y el agua. Nada más. Sintético y minimalista. Y lo trabajo en el taller. Es una creación que parte de una observación y de la experimentación”, precisa.
Entre las obras seleccionadas -expuestas en las salas recicladas de lo que eran las áreas de servicio del palacio Braun Menéndez- resaltan varias más. La directora regional del Consejo Nacional de la Cultura de Magallanes, Paola Vezzani, destaca la pintura de Patricia Claro: un paisaje sintético, en el que se encuentran dos planos, el cielo y el campo, donde surgen pequeñas siluetas recortadas.
Otro punto alto es la obra de la artista de la carretera austral, Katherine Hrdalo: un trabajo monocromo y minimalista que encierra un paisaje con cercas, y que trabaja con un material de malla mosquitera sobre Trovicel. La pintura del argentino Héctor Batalla contiene 16 pequeñas imágenes australes, que conforman un sugerente panel. Los pastos agitados por el viento sirven de motivo a un vivo óleo de Francesca Meda. La obra de Alejandra Basualdo plasma pastos más secos en una propuesta casi abstracta; mientras Raúl Guet (mención honrosa) pintó “La curvatura austral”.
Al cierre del encuentro, en Punta Arenas, los ganadores se subían a un Hércules para volar hasta la Antártica. La Fuerza Aérea participa, desde sus inicios, invitando a los artistas de este concurso. Pero esta vez fueron avisados sólo con horas de anticipación: las condiciones climáticas eran muy favorables y había que aprovechar. El general Juan José Soto nos detallaba las condiciones de la travesía: partían con combustible para ida y vuelta, si necesitaban regresar de inmediato, y un extra para otra hora de sobrevuelo. Los artistas deberían ya estar de vuelta, pero claro, ahora con más ideas y más arte inspirado en la zona más austral de mundo.
Horacio del Valle, director de la Dirac: “Nos interesa proyectarlo a Finlandia”
“No me imaginaba que aún existía el antiguo mecenazgo . Pensé que estaba extinguido “, confiesa Horacio del Valle, titular de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería (DIRAC), quien viajó especialmente a Punta Arenas. “Estoy gratamente sorprendido por esta dimensión y calidad del concurso. Lo visualizo con enormes posibilidades de integración y proyección a países como Australia, Nueva Zelandia y Finlandia , que tienen cultura gaucha, además de Argentina o el sur de Brasil. Nos interesa y me comprometo a apoyarlos”, afirma.