Re-Corte

Re-corte es el resultado de un riguroso estudio experimental sobre la cualidad dual del agua y su posible representación pictórica. Patricia Claro investiga en su obra la coexistencia de opuestos: luz y sombra presentes simultáneamente, descubriendo la tridimensionalidad de una imagen que no es perceptible por el ojo humano.

Mediante la pictorización del concepto de sinécdoque, la artista selecciona un detalle que será el sustrato para la reconstitución del todo. El objetivo es regresar la mirada hacia la realidad, hacia la naturaleza misma; en este caso: al agua. En palabras de Claro, “el agua, transformada en un espejo natural, nos entrega la primera imagen mediatizada del entorno, como si su mirada se insertara naturalmente en la modernidad.”

El espectador se enfrenta a una doble percepción: al mirar desde lejos el cuadro le entrega una sensorial representación hiperrealista de agua transparente; en contraste, la mirada cercana revela una imagen abstracta producto del manejo técnico que permite la impresión anterior. Reconocer la textura de capas y la superposición de recortes, nos hace caer en la cuenta de que nos encontramos frente a una ilusión, creada por la manipulación de la profundidad dentro de la obra.

En su proceso creativo, Claro utiliza medios digitales a modo de experimentación, que le permiten penetrar en la imagen inicial, descomponiéndola en las partes que, unidas, conformarán la representación. Es un trabajo de síntesis y reducción, donde el detalle es re-cortado numerosas veces hasta llegar a sus elementos esenciales: color, luz y contraste. La comprensión del rol de la tecnología en nuestra actual visión de mundo le permite decir que “la imagen ya está en una pantalla al reflejarse en el agua y la captura fotográfica es una remediatización de esa imagen.”

En esta exposición se muestran diversas variantes de la poética personal de Claro en torno al agua: el desplazamiento de las pinturas desde los muros hacia el suelo sugiere el retorno espacial al lugar de origen de la imagen, y el video juega con la capacidad infinita del agua para espejar el entorno y espejarse a sí misma, en su estado de continuo movimiento.

La mirada vertical hacia el paisaje revoluciona la estética de la horizontalidad que ha predominado hasta hoy, permitiendo trabajar la profundidad espacial entre fondo y superficie, siempre en y desde el agua. En esta fusión se manifiesta su particular estrategia de codificación hacia la naturaleza.

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